Quiero agradecerle a The Newfield Network en Chile, como escuela de coaching, su confianza en el método Alba EmotingTM como puerta de entrada al mundo emocional desde el cuerpo y no desde el lenguaje, y por supuesto a Rodrigo Pacheco (Roco), que fue quien nos lo mostró y nos lo enseñó en Reñaca en agosto de 2005.
Además, a Roco quiero agradecerle todo el camino que hemos compartido desde entonces, que para mí ha estado lleno de aprendizajes coporales (primero con el AeM -Aprendizaje en Movimiento- y después con el CyM -Cuerpo y Movimiento-) y sobretodo emocionales.
Dentro de las personas a las que también quiero agradecer dentro de The Newfield Network, a parte de a Julio Olalla, al que sin duda le agradezco su sensibilidad, su maestría y ese don para traer la belleza y la grandeza de las emociones en la sala y en la vida cotidiana, es a Ximena Diaz, mi supervisora.
La Xime una vez me dijo algo que nunca voy a olvidar: «Carme, ¿cómo podrías poner tus emociones como piedras angulares del diseño de tu vida?». En ese momento cognitivamente no entendí muy bien qué quería decir, pero mi cuerpo se conmovió de tal manera que supe que la cosa iba por ahí… Muchas gracias Xime por tu acompañamiento ese año.
Ah! Se me olvidaba algo muy importante que también le quiero agradecer a la Xime, y es que invitase a Susana Bloch a nuestro segundo Regional… reconozco que la noticia no fue una alegría para mí en ese momento, que literalmente me quedé muda de miedo, pero fue allí donde empezó mi relación con ella que todavía continua.
A la vez que ocurría todo esto en Chile, en España me estaba acompañando mi mentor coach Cristina Naughton, a la que agradezco infinitamente su maestría y sus lásers… que siempre derivaban en el dominio emocional… con las que aprendí a distinguir y legitimar mis sentires… “Carme, qué emociones te rondan cuando te expresas como una tomadora de riesgos?”, “¿Podrías estar atenta a las veces que pides disculpas por aparecer con todo lo genuino tuyo?”, en fin… podría enumerar un montón de ellas… gracias Cristina!
Quiero agradecer a todos mis coachees y grupos en empresas que se atrevieron a entrar en sus emociones desde el cuerpo a través de AE y también a conversar sobre ellas desde el lenguaje.
A Jordi Dotu, sin duda! por haber sido la palanca de este viaje que se inició hace casi un año y que se materializó en el primer Taller de “Artesanía de las emociones” en enero de 2012. Y también a aquellas personas que antes que él me propusieron hacer talleres para dar a conocer el método y no llegaron a cuajar… porque internamente todavía no sentía que fuese el momento…
Y como no, agradecida a Elena Iborra por haber aceptado mi invitación a viajar juntas, y por estar siendo una compañera incondicional durante todo este tiempo…
Y no, no me olvido de darle las gracias a Susana Bloch, a ella la he dejado para el final, donde dejamos lo mejor…
Le agradezco el trabajo de investigación realizado durante toda su vida y la creación de este método que no es sólo una herramienta técnica sino, como ella dice, es una forma de trabajo que tiene una ética, una estética y un estilo muy cuidado, que me permite conectarme con la artista que hay en mí. Le agradezco también la confianza que siempre sentí que depositó en mi, cuando nos conocimos en Santiago, cuando nos volvimos a encontrar en Cholqui, cuando vino a España a las montañas de Prades invitada por mí, y en todas las conversaciones que hemos tenido vía mail, skype o en persona… Y sobre todo quiero agradecerle la mujer que es o que yo he visto en ella, una mujer fuerte, con carácter, divertida, presumida, incansable, creativa,… libre, generosa, comprometida, curiosa… esa es la Susana que yo he conocido. Muchas gracias!!
Sólo me falta agradecer a mis seres más queridos, a mi familia, mis dos hijos y a sus padres, uno de los cuales ha sido mi compañero de vida durante veinte años, por haber sido -sabiéndolo o sin saberlo-, mis grandes maestros en el tema emocional… y agradecerme a mi misma el haber emprendido hace ya muuuuuchos años mi camino de autobservación, primero, y de trabajo personal acompañada, después, y mi fiel compromiso con este proceso continuo de sanación emocional.
Carme Tena